LA IGNORANCIA ES LA MADRE DEL MIEDO.Kames
   
 
  Punk en España
                                      PUNK  EN ESPAÑA



El movimiento punk se inició en España a finales de los años 70, coincidiendo con el apogeo que entonces tenía el punk británico.

Aunque los primeros grupos propiamente punk comenzaron a aparecer a principios de los 80, existe un pequeño puñado de pioneros que diferentes autores reclaman como los primeros punks en España. Entre estos pioneros se encuentran Mortimer, Basura, Peligro, Almen TNT (Barcelona) y Ramoncín y W.C. (Madrid), pero sobre todo La Banda Trapera del Río[1] y Kaka de Luxe[2] son los más reconocidos como los primeros punks del país. Los orígenes de ambos conjuntos son bien diferentes. Mientras los primeros se formaron en un barrio obrero de Cornellá de Llobregat (Barcelona), los segundos eran estudiantes de clase media de Madrid (aunque ambos se movían en ambientes barriobajeros). Mientras que la Trapera se encontró con el punk sin comerlo ni beberlo,[3] los miembros de Kaka de Luxe estaban más versados en las novedades discográficas, sobre todo de las provenientes del Reino Unido:

«En su día, los de Ciudad Satélite predicaban en le desierto; su impacto en el medio ambiente musical del momento, como el de todas las leyendas, fue imperceptible. Su público de base era el extrarradio urbano, salvedad hecha de la crítica golfa y unos medios que, en parte, saludaron la rudimentaria filosofía popular del traperismo como oráculo charnego del punk [...] Demasiado calorros incluso para la quinta del imperdible, el odio social que les impulsaba les confería una enrgía orgánica cercana al punk, pero ellos ni se enteraban»
«Los ecos que llegaban con cuentagotas del punk londinense y del neoyorquino habían alimentado un caldo de cultivo de donde parapetarse frente al sinfonismo y lo dinosaurio.
Olvido Gara, una mejicana de 13 años que en 1974 había llegado a España con sus padres, lo saboreó directamente de un par de viajes a Londres, de donde volvió contagiada de su espíritu.»[5]

Surgen así dos de las «vertientes» en las que se ha clasificado el punk hecho en España: punk politizado, solidario con la realidad sociopolítica del entorno y punk no potilizado, más frívolo, buscando la diversión y la provocación más que la confrontación.[6] [7]

Entre 1978 y 1979 aparecieron las consideradas primeras grabaciones punk españolas, no exentas de polémica, como el primer LP La Banda Trapera del Río (Belter) y el primer single de la Banda Trapera, «La regla»,[8] el primer EP de Kaka de Luxe,[9] «No seas lesbiana mi amor» de Basura[10] y «Ya nadie cree en la revolución» de Almen TNT.[11] Ninguno de estos discos tuvo apenas repercusión comercial. El honor de haber publicado en primer lugar recae, en todo caso, en los mencionados Ramoncín y W.C., que a comienzos de 1978 sacaron su primer single, «Rock and roll duduá», seguido por su primer LP, Ramoncín y W.C.? (EMI).

La década de 1980 [editar]

Fue en la década de los 80 cuando comenzaron a proliferar multitud de grupos y artistas que seguían una estética punk y que comenzaron a editar álbumes y sencillos. Durante esta década surgieron dos focos que acapararon la atención de los medios de comunicación tanto especializados como generalistas: el País Vasco-Navarra con el llamado rock radical vasco y Madrid con La Movida.

Pero además surgieron por todo el estado otros núcleos importantes que, aunque no recibieron tanta atención mediática, fueron muy importantes para el asentamiento del punk en todo el país. Así aparecieron movimientos punk en sitios como Barcelona, Zaragoza o Murcia.

Madrid: la Movida [editar]

Artículo principal: Movida madrileña

El movimiento musical que acaparó más la atención mediática fue el denominado como La Movida. La mayoría de los grupos representantes de ésta eran representantes de la derivación más suave y comercial del punk, conocida como «nueva ola». No obstante, entre las diferentes tendencias agrupadas bajo el rótulo de «La Movida» (pop, pop-rock, tecno-pop, la llamada «onda siniestra», etc.), también el punk tuvo sus representantes.

Hacia 1980-1981, algunos de los grupos más representativos fueron Alaska y los Pegamoides, Paraíso (ambos surgidos de la disolución de Kaka de Luxe y con una orientación más pop que el legendario grupo seminal), Parálisis Permanente o Los Nikis. Estos últimos tuvieron un gran éxito en la escena madrileña con un punk acelerado que bebía de The Ramones y que fue desarrollado por varios grupos en las siguientes décadas. De hecho, Los Nikis fueron conocidos como «los Ramones de Algete».[12] Otro grupo importante en la onda de punk «ramoniano» fueron Zoquillos, que en 1983 editaron un único sencillo (Zoquillos, Spansuls) cuya canción «Nancy» se convirtió en un hit muy popular por entonces.[13] [14] Parálisis Permanente, por su parte, eran al comienzo un grupo paralelo a Alaska y los Pegamoides, en la que dos de los Pegamoides daban rienda suelta a sus gustos más radicales (Killing Joke y el punk inglés del momento), que no tenían cabida en el grupo principal, que perseguía un sonido pop comercial a pesar de mantener la estética punk. Poco a poco fueron llegando otros grupos no sólo de estética sino de música y actitudes claramente punk, como Espasmódicos, Larsen o La UVI, que se movieron en los márgenes de la movida.

Aunque la movida fue un movimiento artístico localizado en Madrid, muchos de los grupos de música que se englobaron bajo esta denominación no eran originarios de la ciudad, como Siniestro Total (Galicia) y su peculiar visión gamberra del punk, Derribos Arias (País Vasco) y su estilo «irritante» o Loquillo (Barcelona) y su punkabilly. También desde Madrid se hicieron conocidos a nivel estatal grupos como las Vulpes (País Vasco) , Decibelios o Desechables (ambos de Barcelona).[15]

Mientras que en las escenas locales del País Vasco-Navarra y Barcelona gran parte de los grupos tuvieron un posicionamiento político claro, La Movida, en general, fue más bien una reacción contra el conservadurismo moral que buscaba en gran parte la pura provocación, ya fuese a nivel estético o mediante letras que utilizaban un lenguaje explícito y de la calle.[16]

Pero, como se ha sugerido antes, no todo el punk madrileño se movió en los círculos de la movida. Desde 1980, los PVP —considerados, debido a su calidad como instrumentistas y compositores, como «los Clash españoles»— habían trabajado a su manera, fuera de dichos círculos. Hacia 1981-1982 surgieron varias bandas que, a veces en oposición abierta a la movida como tal, se movieron en un circuito underground ajeno a ella, como los ya mencionados Espasmódicos, La UVI y los jovencísimos Larsen (autores de un «Noche de destrucción en Rock-Ola» dirigido contra la «catedral» por excelencia de la movida), así como La Broma de Ssatán u O.X. Pow, estos últimos declarados enemigos de lo que llamaban «la mafia de Rock-Ola» (a pesar de que, más que como punk, se definían como «rock fuerte»).[17] Poco a poco el punk se fue radicalizando, primero con grupos que, siguiendo la vía abierta por Espasmódicos, empezaban a experimentar con el sonido hardcore punk americano, como Toreros After Olé, TDeK y P.B.N.S.K., y posteriormente con grupos mucho más politizados como Delincuencia Sonora o Zona Letal, y supervivientes como Commando 9mm (formados por ex miembros de La UVI y Larsen). En la segunda mitad de la década llegaron grupos muy ligados al ambiente «okupa«, como Andanada 7 o Tarzán y su Puta Madre Okupando Piso en Alkobendas.

La aparición de los fanzines fue un fenómeno estrechamente ligado al crecimiento musical. Uno de los primeros fanzines, no ya madrileños, sino de todo el país, fue La liviandad del imperdible, editado por Fernando Márquez ya a finales de los setenta, antes siquiera de haber formado Kaka De Luxe.[18] De entre los numerosos fanzines y publicaciones producidos en la ciudad en los años 1980, dentro del ámbito punk hay que destacar muy especialmente el papel del fanzine Penetración, desde cuyas páginas se criticaba continuamente la actitud destroy dominante en el punk madrileño, en favor de actitudes más concienciadas y politizadas, conforme al ideario anarcopunk.[19] Los miembros de dicho fanzine también realizaban un programa punk en la radio libre Onda Verde Vallekana.[20]

Euskadi: el rock radical vasco [editar]

Artículo principal: rock radical vasco
Kortatu en concierto, uno de los grupos más importantes del rock radical vasco.

Durante los primeros ochenta surgieron en el País Vasco y Navarra una oleada de grupos que tomaron la rabia del punk y la amoldaron a la situación socio-política que en aquellos momentos se vivía en el País Vasco y las zonas vasco-navarras.

Surgieron una gran cantidad de grupos como La Polla Records, Cicatriz, Hertzainak, Zarama, Barricada o Kortatu que se enmarcaron en lo que vino a llamarse el Rock Radical Vasco. Asimismo, otros grupos como Eskorbuto o M.C.D. decidieron no mostrarse afines a esta corriente, como símbolo de su independencia musical e ideológica.[21] Dentro de esta escena existió cierta variedad estilística, encontrando desde ska (Kortatu fueron pioneros en introducir el ska en el País Vasco[22] ) hasta rock duro (caso de Barricada) o hardcore punk (BAP!!).

Los orígenes de la escena punk vasca remontan, como en las otras escenas importantes, a finales de los años 1970, aunque apenas se dio a conocer. Puede decirse que lo más próximo al punk que llegó a tener repercusión fue el grupo musical-teatral Orquesta Mondragón, en sus inicios próximo al estilo provocador de los americanos The Tubes. La Mondragón intervino, en efecto, en numerosos festivales punk, y se recuerda una batalla de lanzamiento de sillas entre público y grupo en un concierto en Barcelona a comienzos de 1979. Grupos propiamente punk activos hacia 1980 fueron Asco, los No, Negativo, Doble Cero, etc., algunos de los cuales, en el mejor de los casos, llegaron a participar en recopilatorios. Significativo es el caso de La Banda Sin Futuro que, transformados en Derribos Arias, se mudaron a Madrid, como también hizo Kike Turmix, que se convirtió en un célebre personaje de La Movida.

Sin duda, los más tenaces de estos pioneros fueron Zarama (nombre que significa «basura»), que publicaron ya en 1980, en el recopilatorio Euskal 80. Posiblemente su primer single, «Nahiko», de primavera de 1982 (Discos Suicidas), se puede considerar el primer disco punk vasco.[23] Cosa de un año después, en primavera de 1983, llegaron los primeros EP's de los bilbaínos Eskorbuto, Mi degeneración (Spansuls), y La Polla Records, Y ahora qué? (Soñua).

Otros dos importantes acontecimientos tuvieron lugar en la misma primavera: en primer lugar, el festival punk de Oñate, celebrado el 16 de abril de 1983, en el que participaban los grupos Odio, Basura, Cirrosis, Desorden, RIP (ex Doble Cero), Vulpes, Cicatriz en la Matriz (futuros Cicatriz y aún con cantante femenina) y los catalanes Último Resorte. El festival, organizado por el fanzine Destruye!!, fue un gran éxito de público, significativo del modo como el punk estaba calando en la juventud vasca, azotada por la situación socio-política mencionada arriba. El otro acontecimiento fue la retransmisión de la actuación de las Vulpes en el programa de TVE Caja de ritmos el 23 de abril, con el consiguiente «escándalo» por la letra de la canción «Me gusta ser una zorra», publicada como single poco después (en el sello independiente madrileño Dos Rombos). La actuación de Las Vulpes fue tan impactante para la sociedad española[24] que hizo que los medios de comunicación generalistas volviesen la mirada hacia el País Vasco.[25]

En 1984, numerosas publicaciones en forma de LP llegaron, comenzando por el LP Salve de La Polla Records, que tendría un enorme éxito, a diferencia del maxisingle compartido de Eskorbuto y RIP, Zona Especial Norte, publicado más o menos a la vez. En el mismo año publicaron sus primeros LP's los grupos Hertzainak y Zarama, no estrictamente clasificables como punk. Entre tanto, la etiqueta de rock radical vasco (a menudo escrito con 'k') comenzaba a divulgarse, habiendo sido lanzada en 1983. La etiqueta iba a servir para lanzar como un fenómeno mediático a grupos de origen vasco de tendencias más o menos afines a las de la izquierda abertzale, y no exclusivamente punk. La etiqueta quedó definitivamente fijada en las giras «Martxa eta borroka» («marcha y lucha») de 1985, en las que jugó un papel activo el diario Egin.[26] La injerencia evidente de intereses políticos fue lo que ocasionó el distanciamiento público respecto del RRV por parte de grupos como Eskorbuto o M.C.D., como ya se dijo arriba. Pero fueron muchos más los grupos que se beneficiaron del éxito del fenómeno.

Fue en este contexto en el que se dieron a conocer los jóvenes Kortatu,[27] el grupo más exitoso del RRV junto a La Polla Records. También tuvieron considerable éxito Hertzainak (rock con influencias de The Clash), Barricada (rock duro) y Cicatriz, así como, a pesar de desvincularse públicamente, Eskorbuto. De 1985 en adelante, la escena vasca dominó completamente el panorama punk nacional, desde el punto de vista de la repercusión mediática y aceptación popular.

Hay que mencionar que, a un nivel más underground, simultáneamente se gestó una escena hardcore punk que, en contraste con el éxito de grupos como los mencionados, pasó ampliamente ignorada: grupos como Vómito Social (que después acortaron su nombre a Vómito), Porkería T, BAP!!, Anti-Régimen, Tortura Sistemátika, Autodefensa, Ruido de Rabia (formado por ex miembros de los dos grupos anteriores), etcétera.

Un número considerable de fanzines circulaba a mediados de la década, con Destruye!! a la cabeza: Brigada Criminal (realizado por miembros de RIP), Única Alternativa, Peste, La pesadilla del poder, El Crac Mundial, Cuánto hemos de aguantar, etc. También tuvieron un papel destacado la revista Muskaria[28] y el suplemento musical Bat, Bi, Hiru del diario Egin.[26] En Pamplona funcionaba la radio libre Radio Paraíso. A partir de la ocupación de una casa deshabitada en Pamplona en marzo de 1985 por parte del colectivo Katakrak,[29] comenzaron a surgir diversos Gaztexes, gracias a los cuales se creó un circuito alternativo de conciertos punk.[30]

Ajenos al posicionamiento político explícito del rock radical surgió en San Sebastián una oleada de grupos a finales de los ochenta, lo que fue llamado el «sonido Buenavista», tomando el nombre de los locales donostiarras de Buenavista, donde ensayaban algunos grupos. El más representativo de ellos fue La Perrera.

La escena de Barcelona: el hardcore punk [editar]

Especialmente importante fue la escena punk barcelonesa. Tras la etapa de los pioneros citados arriba, La Banda Trapera del Río, Basura, etc., las discográficas se desinteresaron y no hubo nuevas publicaciones hasta 1982. En la etapa intermedia, tuvieron un papel especialmente destacado Último Resorte junto a, en menor medida, Masturbadores Mongólicos, Xerox, Clinic Humanoyds, Frenopaticss, Attak y otros.

En 1982 aparecieron al fin nuevas publicaciones, comenzando por el EP de Último Resorte y, después, el primer single de Decibelios, grupo pionero Oi! en España que se creó un nombre rápidamente gracias a sus espectaculares presentaciones en directo. Grupos nuevos que editaron discos en 1983 fueron Kangrena, Código Neurótico (de Tarrasa) y el trío Desechables, estos últimos más bien tendentes al psychobilly. Como ya se ha comentado, Decibelios y Desechables son frecuentemente englobados dentro de La Movida, a pesar de que eran de Barcelona.

A mediados de los años 80, la escena barcelonesa estaba más centrada en el hardcore punk que otros lugares del estado. Aparecieron bandas como Anti/Dogmatikss, GRB, L'Odi Social, Shit S.A., Subterranean Kids o Monstruación, que, partiendo del ideario anarcopunk y hardcore optaron por la autogestión a todos los niveles (publicaciones, organización de conciertos, etc.). Así, por ejemplo, es significativo que la ocupación de una casa abandonada en octubre de 1984 por el Colectivo Squat de Barcelona[31] fuese la primera en su género en el país (el término «okupa» se introdujo años más tarde: inicialmente, se hablaba de «squatters» o «crackers»).

En la misma escena del hardcore barcelonés, aunque con otro estilo musical, se movían otros grupos, como Sentido Común (con varios miembros activos en el mencionado Colectivo Squat) y Dios.

Otros grupos hardcore que se pueden asociar a la escena barcelonesa a mediados de la década, si bien ubicados en otras ciudades catalanas, fueron H.H.H. (Bañolas) y Exterminio (Gerona). Los fanzines punk más importantes hacia 1982-1985 fueron Melodías Destruktoras, El Drama del Horror y N.D.F.[32] También hay que mencionar el decisivo papel de la radio libre Radio P.I.C.A., con programas como «Punkytudes magnéticas» o «La hora del hardcore» a mediados de la década; durante unos años también tuvo importancia Radio Obrera, que contaba con el programa «Licuadora punk».

En la segunda mitad de la década, en gran medida bajo la influencia del Rock radical vasco, fueron apareciendo nuevos grupos barceloneses como Piorreah, Elektroputos, Últimos de Cuba (en la onda de Barricada), Pisando Fuerte (Oi! de Santa Coloma de Gramenet, con tendencias de izquierda), Karies Mental, Skatalà, etc. La facción hardcore fue aumentada con nuevos grupos como Tropel Nat o Carpe Diem, que, junto con algunos de los grupos antiguos, protagonizaron el paso a la década de 1990.

Otros epicentros del punk [editar]

Obviamente, no fue sólo en Madrid, País Vasco y Cataluña donde aparecieron grupos de punk. A lo largo de toda la geografía española aparecieron bandas, generando otros focos de punk underground como fueron Zaragoza, Murcia o Granada.

Un foco importante del punk durante los ochenta se forjó en Zaragoza, con grupos como IV Reich, Cocadictos y Parásitos y el fanzine Radical Alternativa. Zaragoza también es la cuna del cantautor punk más notable del panorama ibérico, Manolo Kabezabolo.

El grupo que puso en el ojo de la prensa estatal en 1982 la escena punk de Granada fue T.N.T., banda pionera, cuyo cantante original formó más adelante 091. KGB fue otro grupo importante de la escena granadina. En Nerja funcionaba el grupo Slips y Sperma, pioneros del D-beat en España, y que en 1984 pasaron a llamarse MG-15.

En Valencia, donde dominaba el sonido tecno-pop de grupos como Glamour, después de algunos proyectos más o menos punk de breve vida y pobre repercusión como La Morgue o Garage, aparecieron Interterror, conocidos como «los chicos del Lili Marleen», que tuvieron bastante éxito en 1983 gracias a su single «Adiós Lili Marleen», una versión libre de la canción «Lili Marleen». En 1985 publicaron póstumamente su álbum Interterror. El éxito de «Adiós Lili Marleen» puso a algunos grupos de Valencia (como Los Scooters, La Resistencia o Los Auténticos) en la mirada de los responsables de la movida en Madrid.[33] Otro grupo valenciano, Seguridad Social, a pesar de publicar desde 1982, tardó en hacerse conocer, cosa que consiguió, tras importantes cambios de estilo, a finales de la década. La escena valenciana gozaba, por lo demás, de la actividad de una de las radios libres pioneras del país, Ràdio Klara.

En la Región de Murcia surgió Farmacia de Guardia que triunfaron con sus temas «Ella es demoledora», «Soy un cadáver» o «Cazadora de cuero». Otro grupo punk activo en la zona fueron D-Mentes.

Otras escenas con poca actividad punk que, sin embargo, deben mencionarse, son la de Burgos, con Último Gobierno, la de Valladolid, con Disidentes (que aparecieron en el seminal Valladolid 83)[34] y la de Galicia (sobre todo en Vigo, con la denominada movida viguesa),[35] escena de la cual, aparte de los ya mencionados Siniestro Total (que pronto, ya hacia 1984, se desvincularon del punk), procedían algunos otros grupos como Radio Océano, Viuda Gómez e Hijos o bandas del entorno de Siniestro Total como Aerolíneas Federales.

Otro grupo destacable fueron Cerebros Exprimidos, aparecidos al final de la década desde Mallorca; aunque su llegada fue bien celebrada por parte de la crítica especializada (incluso quedaron segundos en un concurso local[36] ), su repercusión más allá de circuitos underground fue muy escasa, debido al aislamiento que sufrían y lo que les costaba moverse fuera de las islas para poder tocar y presentar sus álbumes.

En el archipiélago canario los pioneros fueron Escorbuto Crónico (no confundir con Eskorbuto de Santurce), procedentes de La Laguna, y Familia Real, de Santa Cruz; ambos grupos fueron los primeros de las islas en publicar. Sobresiduos fueron uno de los primeros representantes del anarcopunk en las islas. Otro grupo con cierto éxito fueron las chicas de Chute de Esperma, también de Tenerife.[37]

La década de los 1990 [editar]

Durante finales de los 1980 y principios de la década de los 90, la escena punk estatal se resintió de los bajones de las escenas vasca y madrileña. La mayor parte de las bandas se disolvieron o giraron hacia nuevos sonidos gracias a la llegada del rock de fusión y el mestizaje musical. Esto hizo que, a lo largo de la segunda mitad de los noventa, se abriese hacia nuevos estilos y sonoridades.

En el País Vasco BAP!! evolucionaron del hardcore al post-hardcore, Kortatu se disolvieron dando lugar a Negu Gorriak y adaptando el rap en su paleta estilística, Cicatriz evolucionaron hacia el hard rock. Aparecieron nuevas bandas en las que el punk se encontraba más mezclado con nuevos estilos, como Etsaiak, Anestesia, donde el poso del thrash metal al estilo de Poison Idea es evidente o de Dut, más en la onda post-hardcore. También hubo bandas que siguieron practicando la música que venían realizando en los 80 con mayor o menor evolución, como La Polla Records (que pasaron a llamarse La Polla o LPR) o Barricada. Otros grupos importantes fueron Señor No y Nuevo Catecismo Católico, ambos surgidos de la separación de La Perrera.

En Madrid destacaron Aerobitch, The Pleasure Fuckers o Psilicon Flesh y viejos supervivientes de la década anterior como Comando 9mm.

En Barcelona y Cataluña, el comienzo de la década de los 1990 estuvo protagonizado, aparte de por la continuidad de grupos como Subterranean Kids, L'Odi Social, Anti/Dogmatikss o HHH, por la presencia de algunos nuevos grupos como Tropel Nat, Corn Flakes, 24 Ideas o Rouse (estos últimos, un proyecto paralelo de los mencionados HHH). Hacia finales de la década aparecieron varias bandas de hardcore y post-hardcore en Barcelona agrupadas alrededor de la independiente Bcore, como Xmilk o Standstill, que recogieron el testigo dejado por Subterranean Kids y compañía.


La relación entre el punk y las discográficas [editar]

Hasta principios de los ochenta no aparecieron en España discográficas especializadas en los nuevos sonidos que traía el punk.

Las primeras referencias editadas lo fueron a través de compañías que ya se encontraban asentadas, algunas de las cuales ignoraban por completo el mundo del rock. Por ejemplo, Belter, más especializada en copla y folclore español editó La Banda Trapera del Río y «La regla». Las bandas sufrieron la falta de valentía de estas empresas y en algunos casos los álbumes tardaron en aparecer, como sucedió con la Trapera o con el primer single de Farmacia de Guardia «Cazadora de cuero»,[38] que vieron retrasadas la salida de sus respectivos trabajos.

La separación entre Madrid y otras escenas fue también evidente en el tema de las discográficas. Mientras muchos de los grupos que se movían en La Movida y sus márgenes no tuvieron demasiados problemas para editar sus trabajos, ya fuese en independientes o en grandes discográficas y multinacionales,[39] en el resto del país la situación era mucho más difícil para los grupos que no contaban con el apoyo de los grandes grupos de Madrid. En este contexto jugó un papel muy importante la aparición de dos discográficas independientes: Discos Radiactivos Organizados (DRO), fundada por Servando Carballar, de Aviador DRO y Grabaciones Accidentales (GASA). En el circuito de punk ajeno a La Movida tuvieron un papel destacado Potencial Hardcore o Spansuls.

En el País Vasco-Navarra la situación fue menos dramática que en el resto del estado, ya que la aparición de muchas discográficas independientes hizo que la mayor parte de los grupos no tuviese demasiados problemas en editar un trabajo. Las principales discográficas que impulsaron el RRV fueron Soñua, Oihuka y GOR. También hubo discográficas que se movieron al margen del RRV «oficial» como Basati Diskak.

A lo largo de estas tres décadas no han dejado de aparecer (y desaparecer) pequeñas compañías como Esan Ozenki-Metak, Tralla Records, Potencial Hardcore, No Tomorrow Records, Munster Records o Bcore.
ESTO SALE DEL WIKIPEDIA.

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